UNA SOCIEDAD DERECHA


LA IMPORTANCIA DEL DERECHO EN LA SOCIEDAD.

¿Don derecho?, Ni lo conozco.
No es secreto que la sociedad Mexicana es en demasía ignorante, no haciendo mención de esta palabra como recurso lingüístico en el sentido ofensivo, todos somos ignorantes, el campesino conoce su trabajo, mas desconoce el trabajo de un albañil, así el abogado y/o jurista conoce del derecho tanto como cree conocerse a sí.
Las primeras incursiones en el mundo del derecho las realice en la educación primaria, si no mal recuerdo con un libro que llevaba por título “Conoce nuestra constitución”, un libro color naranja en su mayoría.
Caricaturizados en la portada se encontraban tres niños, la bandera Mexicana y una representación de la constitución. El libro con ayuda de garabatos nos describían e intentaban introducir en nuestro conocimiento distintos derechos de los que ahora se, se  denominan derechos fundamentales. La particularidad de esta primera incursión en la vida jurídica es que fue olvidada, haciéndome en este caso ignorante de su existencia, lo que con lleva a comprobar que todos somos ignorantes, o lo somos hasta que tomamos conciencia de nuestras necesidades y descubrimos la existencia de conocimientos adquiridos previamente.

LO DERECHO NO ES CHUECO.
    Los estudiosos de la ciencia del derecho posiblemente den con facilidad una definición más o menos acertada del concepto “derecho”, desde un punto de vista jurídico, claro. Por ejemplo, Siendo un poco pretencioso me atrevo  intentar definir al derecho como el conjunto de normas formalizadas, de carácter jurídico, necesarias para regir la conducta del individuo en sociedad.
De lo anterior, ¿la sociedad que entiende por derecho?. En un país en donde según el INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía), para el año 2015 el grado promedio de escolaridad de la población de 15 años o más a nivel nacional era de 9.2, es decir, nivel secundaria, y tomando en cuenta que nuestro modelo educativo se basa en la memorización y no en la reflexión o razonamiento, es difícil creer que una persona fuera del profesionista en derecho o carreras afines logren dar una definición que nos deje satisfechos. He aquí presente la sombra de la ignorancia. Más todas las respuestas recaerán siempre en dos ideas principales; uno la idea de beneficios, y dos, la idea de rectitud.  Entonces ¿solo somos medio ignorantes?.

AMENSE LOS UNOS A  LOS OTROS COMO YO LOS HE AMADO.
    La religión en la sociedad mexicana ha sido elemento fundamental para trasmitir nociones de derecho, y más aun, las primeras nociones aceptadas. Quien puede negar conocer la existencia de los diez mandamientos, e incluso el onceavo mandamiento dado a sus discípulos por Jesús.
    Dos de las grandes religiones, la católica y el judaísmo, han tomado como dogma el origen de dichos mandamiento. Mas allá de lo divino, y en palabras de Fernando Savater en su libro Los Diez Mandamientos En El Siglo XXI, “…la imagen de Moisés recibiendo de parte de Dios las Tablas es una síntesis que lo muestra como lo que fue: el gran legislador de su tiempo”.
Israel visto como “pueblo” o más bien como “estado deseoso de soberanía”,  necesitaba ser regido por leyes, he aquí el origen de los ya citados mandatos divinos. Gracias (si así lo podemos llamar) a la colonización y adoctrinamiento en el catolicismo por parte de España en las culturas mesoamericanas, fue como se implantaron en nosotros nociones de derecho, por lo que no somos ignorantes en temas jurídicos, sino inconscientes de ellos.

LO TUYO ES MÍO, LO MI ES MÍO.
    La noción preponderante en la psique de la sociedad mexicana al escuchar la palabra derecho es la de beneficios, lo que nos pertenece, todos concordamos que el derecho es aquel que protege nuestros intereses.
Ahora, ¿comprenden?, no somos ignorantes en cuanto al tema del derecho, no somos inconscientes frente a él, sino simplemente convenencieros y oportunistas. Quien en su sano juicio en esta sociedad mexicana visualiza el derecho como un deber pendiente frente a los demás. La noción de derecho en la sociedad mexicana se estanca en la falacia de beneficiarnos de los demás, sin ver que con nuestras acciones invadimos la esfera jurídica de otro u otros individuos. Resultado de esta novedosa forma de pensar es el alto índice de delincuencia, impunidad y sobretodo de corrupción.
    Cada pueblo o nación tiene el gobierno que merece, reza así una frase conocida, cruda realidad. Hemos elegido vivir en un mundo en donde exigimos el cumplimiento de las leyes para los demás, pero creemos que merecemos excepciones. Somos una sociedad hipócrita, egoísta. Tan grave es nuestro padecimiento que vemos como conducta errónea que alguien siga las normas.

El legado principal del derecho en nuestra sociedad es que tenemos firmemente arraigado el pensamiento que las leyes (expresión escrita del derecho) son para romperse. Si vemos beneficio en una conducta que valla contra las normas jurídicas, aunque en nuestro interior no nos agrade en su totalidad, la admitimos, e incluso participamos de ella por temor a no ser aceptados. Esta misma idea es la que ha permitido que la corrupción avance. La sociedad no es ignorante del derecho (bien por nosotros), somos inconscientes de él (punto menos a nuestro favor), pero lo somos hasta que necesitamos de él (como yo recordé mi libro de “Conoce nuestra constitución”) y para acabarla de completar, como comúnmente se dice, exigimos la aplicación del derecho cuando beneficia nuestro egoísta interés, no aceptamos e incluso nos molestamos cuando una norma legalmente valida, que protege el interés común y por lo tanto “derecho” nos sanciona o delimita nuestra conducta, he aquí el título de esta supuesta nota, somos una sociedad derecha, derechamente podrida.

Fortino J. Cabal.
O
FJ Cabal

Publicar un comentario

0 Comentarios